Requisitos para que el cultivo de cannabis sea legal en España ¿Cómo se regula el cáñamo industrial? ¿Podría sufrir una redada de la policía si soy productor de cáñamo industrial? ¿Qué tengo que hacer si me detienen a pesar de tener una plantación legal de marihuana? ¿Me indemnizan por el valor de las plantas si me las incauta la policía? ¿Por qué es importante contar con una abogada experta en delitos contra la salud pública y tráfico de drogas? Casos de detenciones en plantaciones de marihuana en España. Estas son algunas de las preguntas más buscadas en internet durante el último mes. Por ello, le hemos pedido a Alicia Moreno Pérez, abogada experta en delitos contra la salud pública, que responda a continuación a todas estas preguntas.
Requisitos para que el cultivo de cannabis sea legal en España.
En España no está regulado como tal el cultivo de cannabis. El cannabis y su resina son considerados estupefacientes. Esto está regulado en una Convención de Naciones Unidas del año 1961. Es decir que cultivar cannabis es ilegal.
El cannabis contiene THC, sustancia psicoactiva así que, de entrada, cultivarlo se considera delito de tráfico de drogas (de producto que no causa daño grave a la salud) como un acto de promoción y favorecimiento del consumo de la sustancia.
Dicho esto recordamos que poseer una pequeña cantidad de droga, si es para autoconsumo (en el caso del cannabis se calcula en 100 grs), no es delito.
- En España, solo está permitido el uso farmacológico o científico del cannabis y si se quiere cultivarlo con alguna de esas dos finalidades sólo puede hacerse con permiso de las autoridades sanitarias.
Ese cultivo con fines médicos o científicos necesita de la autorización de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). Es importante saber de antemano que la Agencia es muy restrictiva a la hora de concederlos y muy exigente con los requisitos y la documentación que se exige, hay mucha burocracia. En la página web de la Agencia (https://www.aemps.gob.es) se explica todo con mucho detalle.
Según los datos de producción del año pasado aproximadamente el 80% del cannabis que se produce en España con esos fines estaría destinado al campo medicinal (fabricación y exportación de medicamentos o de extractos de cannabis procedentes de cultivos autorizados) y el otro 20% a la investigación científica.
- Se permite además el cultivo con fines industriales del cáñamo, es decir, cuando la plantación está destinada a obtener del cannabis fibra, grano o semillas. En ese caso las plantas no pueden tener sustancia estupefaciente; por eso no olvidar que los cogollos (lo que llaman sumidades) contienen sustancia estupefaciente así que no pueden cultivarse.
Ese cultivo “industrial” no necesita de autorización de la Agencia pero las reglas a cumplir son también muy estrictas. Otra vez mucha burocracia.
¿Cómo se regula el cáñamo industrial?
No hay una regulación específica para el cultivo de “cáñamo industrial” pero hay que ser muy escrupuloso a la hora de abordar una plantación de esas características porque no se permite el uso de cualquier semilla ni el aprovechamiento de cualquier parte de la planta sino sólo las no fiscalizadas por Naciones Unidas como estupefacientes. Es decir, son cultivables los tallos, las raíces y las semillas; pero no las sumidades, los cogollos.
O sea que, el cultivo de plantas de cannabis, del cáñamo, con fines industriales (destinado exclusivamente a la obtención de fibra, grano y semillas), que carezcan del principio estupefaciente (es decir, THC menor de 0,2%) no necesitan de autorización previa de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), como sí sucede cuando se trata de cultivo con fines médicos o científicos.
En todo caso, para estas plantaciones habrá que tener en cuenta que:
- El cultivo sólo puede destinarse a la obtención de fibra, grano o semillas.
- Las semillas que se usen tienen que estar certificadas de variedades inscritas en el catálogo oficial de la Unión Europea o variedades que cuentan con una autorización provisional para ser comercializadas. Y que tengan un contenido en THC no superior a 0,2%.
- Los cogollos de las plantas son estupefacientes por lo que no pueden ser destinados a ninguna finalidad sin autorización de la Agencia, no se pueden almacenar y deben ser destruidos, salvo en el caso de producción legal de grano semillas.
- La “multiplicación vegetativa” de plantas de cáñamo no está permitida por tratarse de una operación distinta a la germinación de las semillas.
- Tener en cuenta además que para la producción en concreto de semillas hay que estar expresamente registrados como productores de semillas y plantas de vivero, y demostrar que se tienen los medios y conocimientos necesarios para su producción. Y hay que estar atentos al cumplimiento de la reglamentación sobre los requisitos de los campos de producción y de la calidad de la semilla.
- Naturalmente, hay que estar en orden con la normativa general de las explotaciones agrícolas y darse de alta en el Registro General de producción agrícola que regula específicamente lo relativo a la higiene.
- Hay que hacer análisis periódicos del nivel de THC (para comprobar que no supera el 0,2% ).
Quien tiene una plantación de cáñamo industrial debe guardar la documentación y facturas de compra de las semillas utilizadas por si se lo piden las autoridades para comprobar que la plantación respeta las normas.
Es también aconsejable comunicar a las autoridades del Ayuntamiento o de la Comunidad Autónoma dónde se va a hacer la plantación para comprobar si hay alguna exigencia especial por su parte.
Informar a las autoridades policiales no está demás para evitar situaciones de conflicto en el futuro porque en caso de presencia policial para examinar la plantación, ante la más mínima sospecha de que el cultivo pueda contener sustancias psicoactivas, la policía se llevará las plantas y denunciarán a los cultivadores por delito contra la salud pública.
¿Podría sufrir una redada de la policía si soy productor de cáñamo industrial?
Teniendo en cuenta que las plantas de cáñamo industrial son muy parecidas a las de marihuana (las que tienen componentes psicotrópicos) la posibilidad de que la policía incaute los cultivos en una inspección o registro, e incluso se lleve detenidas a las personas que allí se encuentren en ese momento es muy alta.
Sucede que toda incautación de cannabis es presentada por la policía como marihuana, “droga”, y hasta que no se hacen los análisis de Sanidad no se puede determinar que en el caso concreto no se tratase de marihuana sino de cáñamo industrial. Por eso si el cultivo es legal es muy importante tener toda la documentación en regla y presentarsela a la policía.
En caso contrario la policía detendrá al cultivador como sospechoso de un delito de tráfico de drogas e incautará la plantación y habrá que demostrar que el cultivo es de cáñamo y que las plantas no superan el nivel de THC tolerado (menor de 0,2%).
Incluso si la documentación está en regla pero a juicio de la policía ven plantas sospechosas de marihuana la redada seguirá adelante, se llevarán detenidas a las personas que se encuentren allí, y las plantas.
¿Qué tengo que hacer si me detienen a pesar de tener una plantación legal de marihuana?
Como vamos viendo hasta aquí el cultivo del cáñamo industrial está permitido porque no es droga. El CBD (o cannabidiol) presente en el cannabis no tiene efectos psicotrópicos si su THC no supera el 0,2%.
Si ese es el caso, y tu cultivo es con fines industriales (para fibra y semilla, no para flor) tu plantación será legal, y si a pesar de ello te detienen por la sospecha de que se trate de marihuana tienes que defenderte demostrando con la documentación de la que dispongas que tu plantación es legal. Que cuentas con todos los permisos y que cumples con todos los requisitos (ya lo hemos apuntado más arriba) que se exigen para cultivar cáñamo industrial.
Ello te permitirá no tener problemas judiciales y recuperar las plantas (siempre que entretanto no hayan sido ya destruidas).
En todo caso, si ha habido detención e incautación de las plantas el asunto pasará siempre a un Juzgado penal y, por mucha documentación que presentes, hasta que no llegue el análisis de Sanidad sobre la composición de las plantas, descartando que se trate de marihuana con con componente estupefaciente, el Juzgado no archivará el asunto.
¿Me indemnizan por el valor de las plantas si me las incauta la policía?
Si la policía te ha incautado las plantas de un cultivo legal, y queda demostrado (una vez que llega el informe de las autoridades sanitarias) no sólo que tus plantas no son droga y que cumples con todas las exigencias legales y burocráticas para tener esa plantación, las plantas deberán reintegrarse a su dueño. Si es posible. Porque lo que sucede normalmente es que las incautaciones de cannabis se destruyen rápidamente y para cuando el Juzgado archive el asunto (tras comprobar que las plantas no eran droga) lo normal es que ya se haya ordenado su destrucción.
Si por ello ya no es posible reintegrar las plantas no puedes pedir indemnización ni al Juzgado ni a la policía sino al Ministerio de Interior o de Justicia.
El cauce para reclamar el daño por la pérdida de los cultivos es hacer una “reclamación de responsabilidad patrimonial” por el anormal funcionamiento de la Administración;
bien, dirigida al Ministerio del Interior, si consideras que la responsabilidad de la pérdida de las plantas es la policía que las incautó indebidamente;
o bien dirigida al Ministerio de Justicia si la responsabilidad hay que atribuirla a la Administración de Justicia por haber autorizado, en su caso, el registro e incautación de las plantas y su posterior destrucción sin esperar al análisis farmacológico que luego habría demostrado que las plantas no eran droga.
En tu reclamación deberás explicar y documentar lo sucedido y hacer una valoración económica del “daño” producido, es decir, de las plantas que se han perdido y, si es el caso, si durante la incautación se produjo algún otro daño o destrozo en la plantación. Si tu reclamación es denegada puedes interponer recurso ante los Tribunales de lo contencioso administrativo.
¿Por qué es importante contar con una abogada experta en delitos contra la salud pública y tráfico de drogas?
En los delitos contra la salud pública cualquier conducta que promueva, favorezca o facilite el consumo de drogas puede ser considerada delito. Y hay muchas circunstancias que influyen en la pena que se arriesga y en las pruebas que se consideran útiles para condenar o absolver.
Hay que examinar cuál sería la contribución al delito por la que se está acusando: autor directo, coooperador, cómplice, etc; cuáles son las agravantes que puede haber, bien porque la cantidad de droga sea de notoria importancia, o por las circunstancias o lugar de venta, o si se está acusando a un grupo de personas, y en ese caso si hay un jefe, etc. Pero también hay circunstancias atenuantes que se podrían considerar (drogadicción, escasa entidad, etc).
En definitiva, frente a la acusación de un delito grave como es el tráfico de drogas donde hay en juego la posibilidad de condena a un periodo largo de privación de libertad es muy importante estar asesorado y defendido, desde el primer momento, por una abogada o un abogado experto en la materia para lograr el mejor resultado de los posibles.
Más todavía si cuando como estamos viendo en este artículo resultaría que podemos estar, por ejemplo, ante detenciones por tráfico de drogas de personas que cultivan cáñamo industrial (o con fines medicinales o de investigación con los permisos debidos) y que se ven obligados a demostrar que no han cometido ningún delito.
Casos de detenciones en plantaciones de marihuana en España.
Las plantaciones de marihuana se encuentran en zonas alejadas de núcleos de población, en el campo o en naves, o si se trata de cultivos modestos en chalets o viviendas unifamiliares. La razón de ello es que necesitan mucho espacio para recibir la luz el riego y porque son plantas muy aromáticas cuyo olor es fácilmente detectable. Por ello, cada vez que se ha conocido de redadas de la policía por cultivos de marihuana siempre es en lugares de estas características.
Su localización suele ser fruto de denuncias de algún vecino del lugar alertando a la policía o por investigaciones de la propia policía a partir por ejemplo de comprobar que hay un consumo exagerado de luz en una finca. Las plantaciones de marihuana necesitan mucha luz y es muy habitual que la policía encuentre que en el lugar hay un enganche ilegal de luz con mucho consumo.
Cuando hay una redada en una plantación de marihuana la policía investiga no solo a las personas que allí se encuentren “cuidando” el cultivo sino al dueño o inquilino del inmueble (normalmente se trata de fincas o naves alquiladas). O cualquier otra persona que la investigación previa, si la ha habido, pueda relacionarse con el lugar de la plantación.
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