¿Qué es una infección nosocomial?

¿Qué es una infección nosocomial?

Reclamar infección nosocomial: ¿Qué es? ¿Cuáles son las infecciones nosocomiales más frecuentes? ¿Cómo hacerlo? ¿Cuál es su tratamiento? Recomendaciones de la OMS. En este artículo, Rafael Lucero Recio, abogado experto en Responsabilidad Médico-Sanitaria, responde detalladamente a todas estas preguntas.

¿Qué es una infección nosocomial?

Las infecciones nosocomiales, también llamadas infecciones hospitalarias, son aquellas enfermedades producidas por bacterias especialmente resistentes y que crecen en entornos hospitalarios. Estas bacterias pueden desarrollarse con mayor facilidad cuando existe falta de esterilización o higienización en el centro sanitario.

Aunque cualquier persona ingresada en un hospital corre el riesgo de adquirir una infección hospitalaria, hay un riesgo de infección más elevado para:

  • Lactantes
  • Personas de edad avanzada
  • Personas con un sistema inmunitario debilitado
  • Personas que llevan dispositivos médicos invasivos, como sondas intravenosas, sondas de drenaje urinario y tubos de las vías respiratorias (para la respiración asistida con un ventilador)

Para evitar este tipo de infecciones, cada Servicio de Salud tiene unos protocolos de desinfección, esterilización y limpieza de los quirófanos y demás instalaciones sanitarias.

¿Cuáles son las infecciones nosocomiales más frecuentes?

Las infecciones nosocomiales pueden estar causadas por bacterias o por hongos y suelen ser resistentes a muchos antibióticos habituales, ya que el uso frecuente de los mismos potencia el desarrollo de cepas resistentes.

Las infecciones nosocomiales pueden aparecer en forma de neumonía, infección de las vías urinarias, infección de las incisiones quirúrgicas e infecciones de la sangre.

Neumonía

Cuando se acumulan las secreciones en los pulmones, las bacterias no se expulsan bien de las vías respiratorias y se puede desarrollar una neumonía.

Las personas que permanecen en cama no utilizan adecuadamente sus pulmones, por lo que los músculos que controlan la respiración pueden debilitarse. Asimismo, estas personas pueden no ser capaces de toser con la suficiente fuerza como para despejar la mucosidad que se aloja en las vías respiratorias.

Infección de las vías urinarias

Este tipo de infección ocurre normalmente por el uso de una sonda urinaria durante el periodo de hospitalización.

Infecciones de la sangre

La infección del torrente sanguíneo surge, generalmente, después de la infección de alguna región del cuerpo que termina diseminándose por el torrente sanguíneo. Este tipo de infección si no es debidamente tratada puede causar un fallo multiorgánico y riesgo de muerte.

¿Cuál es el tratamiento de una infección nosocomial?

Es fundamental que cualquier infección hospitalaria sea identificada rápidamente y tratada con antibióticos potentes, para evitar que se haga más grave y ponga en riesgo la vida de la persona.

El tratamiento de una infección nosocomial debe hacerse con el agente antimicrobiano, es decir, un antibiótico, antivírico, antifúngico o antiparasitario, que sea más eficaz para el tipo de infección.

Dependiendo del tipo de infección, puede ser necesario hacer un tratamiento preventivo  a los posibles contactos.

Además de tratar la causa, se aplicará el tratamiento de soporte más conveniente para mantener el buen funcionamiento del órgano o sistema afectado.

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Consecuencias para los pacientes afectados por una infección nosocomial

Desde la perspectiva de los pacientes afectados, las infecciones nosocomiales pueden originar daños como la ceguera o la amputación de algún miembro, un agravamiento del proceso que motivó inicialmente la asistencia sanitaria, la prolongación de la hospitalización o, incluso, el fallecimiento del enfermo. También pueden provocar otros daños económicos o morales; por ejemplo, cuando implican inactividad profesional o pérdida de habilidades para el paciente.

Ejemplo de condena real tras fallecimiento de paciente

Un ejemplo de ello es la condena establecida en sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Asturias al SESPA, tras el fallecimiento de un paciente en la UCI del Centro Hospitalario.  Lo que empieza como un proceso gripal de origen vírico, presentando como síntomas cuadro catarral y cefaleas, termina en un empeoramiento clínico grave y con el consecuente fallecimiento del paciente. Los síntomas fueron aumentando y agravándose el proceso vírico, hasta que se da el traslado al Servicio de Urgencias del HUCA, donde se le diagnostica disnea, y síndrome febril, y se deriva al Servicio de Medicina Intensiva, donde se diagnostica síndrome de distress respiratorio agudo secundario a neumonía por Influenza A H1 N1. Se le da un tratamiento antibiótico y antiviral. Tras un tratamiento de siete días, ante el empeoramiento clínico, se aumenta la cobertura para neumonía asociada a ventilación mecánica.

Posteriormente, se determina una posible sobreinfección y un cuadro clínico de neumonía asociada a ventilación mecánica:

Durante la estancia en la UCI de Cuidados Críticos Cardiológicos presenta complicaciones, con sangrado de herida quirúrgica, deterioro de la función renal hacia insuficiencia renal severa, neumonía asociada a ventilación mecánica, y sepsis por Acinetobacter baumannii, necesita recolocación de la ECMO, y reparación de arteria femoral. Tras una evolución negativa al tratamiento suministrado, el paciente fallece a consecuencia de una sobreinfección bacteriana por Acinetobacter baumannii con evolución a sepsis y fallo multiorgánico. (STSJ AS 1533/2022 – ECLI:ES:TSJAS:2022:1533)

Recomendaciones de la OMS ante las infecciones nosocomiales

Las infecciones nosocomiales ocasionan una elevada mortalidad, prolongan la estancia hospitalaria y aumentan los costes asistenciales, convirtiéndose en uno de los principales problemas de salud pública.

La prevención de las infecciones intrahospitalarias forma parte de la obligación de seguridad que las entidades asistenciales asumen como prestadores de servicios que requieren niveles adecuados de asepsia, esterilización y desinfección, de tal manera que los pacientes que son tratados en sus establecimientos no sufran una dolencia distinta y adicional a la que provocó la propia asistencia requerida.

Según la OMS unos programas adecuados de PCI pueden reducir las infecciones relacionadas con la atención de salud en un 70%.

Medidas de precaución para evitar infección nosocomiales según la Sentencia del Tribunal Supremo

También ha declarado la reciente Sentencia del Tribunal Supremo de 13/julio/2000, en un caso de infección en intervención quirúrgica por estafilococo aureus, que la infección por dicha bacteria en una intervención quirúrgica, si bien puede resultar en algunos casos inevitable, es un evento previsible y por tanto deben extremarse medias precautorias tales como:

a) Asepsia de quirófanos e instrumental.

b) Desinfección meticulosa del área operatoria.

c) Acortar lo más posible el tiempo operatorio.

d) Evitar dejar cuerpos extraños, eliminación de tejidos, hematomas, etc.)

Práctica de antibioterapia desvitalizado. De ello se infiere que cuando conste acreditado que se han adoptado las medidas precautorias exigibles de producirse la citada infección, ésta debe considerarse un supuesto de fuerza mayor que conlleva la imposibilidad de exigencia de responsabilidad patrimonial a la Administración siempre, por supuesto, que la actuación médica en el diagnóstico y tratamiento, tanto de la enfermedad que motivó el ingreso hospitalario como de la infección, se haya ajustado a las reglas de la «lex artis».”

¿Cómo se propagan estas infecciones?

Dado que este tipo de infecciones se propaga principalmente por contacto directo a través de las manos tanto de personal sanitario como no sanitario que estén en contacto con los pacientes, o bien a través de contaminación de medicamentos, alimentos e instrumental médico, es recomendable hacer una correcta higienización de las manos y material.

Los pacientes, como usuarios de los servicios sanitarios, están protegidos por la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios, en la que se establece que:

“Los prestadores de servicios serán responsables de los daños y perjuicios causados a los consumidores y usuarios, salvo que prueben que han cumplido las exigencias y requisitos reglamentariamente establecidos y los demás cuidados y diligencias que exige la naturaleza del servicio”.

Fundamento de Derecho Tercero de la STSJ de Castilla y León

Asimismo, establece la STSJ de Castilla Y León, Sala de Valladolid de 04 de diciembre de 2018 ( Recurso: 330/2017) en su Fundamento de Derecho Tercero dice:

En el caso de las infecciones nosocomiales la Sentencia del Tribunal Supremo de 28 de mayo de 2013 (recurso de casación 660/2013 ) confirma la Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana de 3 de octubre de 2012 (recurso 183/2010 ) que dice: «En relación con los daños ocasionados por infecciones hospitalarias, hay que partir necesariamente de una premisa: el paciente tiene derecho a recibir un tratamiento hospitalario acorde con todas las medidas de asepsia exigibles.”

Respecto de tales servicios sanitarios, el paciente mantiene unas legítimas expectativas de seguridad, de ahí que, en el ámbito de las infecciones nosocomiales, se establezca la responsabilidad objetiva del establecimiento sanitario en la prestación de los servicios sanitarios.

Prevención de las infecciones nosocomiales

La prevención de las infecciones nosocomiales forma parte de la obligación de seguridad, o si se quiere, como señala la STS de 5 de enero de 2007 , «de las legítimas expectativas de seguridad del servicio» que, frente a los usuarios del sistema sanitario, asumen las entidades asistenciales, garantes como son de la prestación de sus servicios con los niveles requeridos de asepsia, esterilización y desinfección; de manera tal que los pacientes, que son tratados en sus establecimientos, no sufran una dolencia distinta y adicional a la que provocó la propia asistencia requerida.

En este sentido, el Tribunal Superior de Justicia de Castilla León ha condenado a la Administración a indemnizar en el valor de 46.200€ a una familia tras el fallecimiento a consecuencia de infección intrahospitalaria (STSJ CL 4758/2021).

Para que se pueda considerar que el daño sufrido por un paciente debido a una infección nosocomial no es imputable al centro sanitario, es necesario que estemos ante una causa ajena al funcionamiento del servicio sanitario, de carácter imprevisible e inevitable.

Sentencia del Tribunal supremo acerca de las infecciones nosocomiales

El Tribunal Supremo, en numerosos pronunciamientos, ha descartado la apreciación de la concurrencia de la circunstancia exonerante de la fuerza mayor ( SSTS 4/marzo/1983 , 10/noviembre/1987 , 3/noviembre/1988 , 11/julio , 11 y 30/septiembre y 18/diciembre/1995 , 6/febrero/1996 , 26/febrero/1998 , 11 y 32/Mayo/1999):

ya que no se ha probado que la infección viniera irresistiblemente determinada por una causa exterior al funcionamiento del servicio sanitario en la concreta prestación quirúrgica que no se hubiera podido prever o evitar según el estado de los conocimientos de la ciencia o de la técnica entonces existentes; habiéndose apreciado por la jurisprudencia citada que, cualquiera que sea el grado de previsibilidad sobre la existencia o no de gérmenes nocivos que inopinadamente pudieran ser inoculados durante la actuación médica, su presencia en el establecimiento sanitario y su entrada indeseada en el cuerpo de la persona paciente…

No puede considerarse como producto de la intervención de acontecimientos exteriores o extraños al propio funcionamiento del servicio, una de cuyas funciones es precisamente la de velar eficazmente por la asepsia, evitando que la presencia de gérmenes nocivos en el recinto de los establecimientos sanitarios pueda originar daños a quienes son atendidos en ellos con el fin de restablecer su salud ( STS 11/mayo/1999 ).

En definitiva, se entiende que cuando estas infecciones se producen es porque en algún momento se rompe la cadena de asepsia, de modo que aunque las medidas generales propuestas por el Servicio de medicina preventiva del Hospital son correctas, si se hubieran llevado a cabo de forma estricta no se habría producido la infección, por lo que la infección hospitalaria era previsible y evitable si no se hubiera roto aquella cadena de asepsia y se extremasen las medidas de asepsia y todos los controles de prevención de infecciones.

Sentencia de reclamación tras fallecimiento de un paciente por infección nosocomial

La Sala de lo Civil del Tribunal Supremo resuelve en la Sentencia nº 446/2019 de 18 de julio de 2019 una reclamación por el fallecimiento de un paciente que contrajo una infección nosocomial mientras se encontraba en la UCI tras una intervención quirúrgica. Sus familiares reclamaban una indemnización por daños y perjuicios de 79.257,16 euros para la viuda y 8806,35 euros por cada uno de sus dos hijos. En dicha sentencia quedó acreditado que la causa del fallecimiento era una infección nosocomial.

“El enfermo es evidente que tenía una legítima expectativa de seguridad de no contraer en el centro hospitalario una patología adicional a la que sufría y que precisamente desencadenó su muerte, como también a no ser expuesto a un tratamiento inadecuado que aumentase los riesgos de contraer una complicación como la reseñada. La prestación de los servicios sanitarios, en las debidas y exigidas condiciones de garantía y seguridad, tienen como finalidad prevenir esta tipología de complicaciones.

No podemos compartir, con las sentencias de instancia, que las infecciones nosocomiales son en cualquier caso inevitables, como parece considerar el Juzgado, o que la falta de constancia del origen o causa de la infección nosocomial perjudique la posición jurídica del paciente, pues el juego normativo del art. 148 del TRLGDCU opera a la inversa. Es el centro hospitalario al que, en todo caso, le corresponde justificar la culpa exclusiva de la víctima o el caso fortuito, como evento imprevisible o inevitable interno a la propia asistencia o actividad hospitalaria, lo que permite distinguirlo de la fuerza mayor.

[…] Cuando se produce una infección nosocomial no se puede anudar a la misma fatalmente la condición de inevitable. Es un riesgo que se puede prevenir y reducir. La experiencia demuestra que la instauración y escrupulosa observancia de protocolos preventivos rebaja considerablemente las infecciones de esta etiología, lo que cuestiona su inevitabilidad como criterio absoluto.”

¿Cómo reclamar una infección nosocomial?

Como se ha podido ver en los ejemplos anteriores, en los casos de infecciones hospitalarias, es fundamental poder comprobar si se han cumplido los protocolos aplicables en cuanto a la desinfección y limpieza de las instalaciones sanitarias así como si el personal ha seguido las recomendaciones de higiene.

Situaciones por las que puede haberse producido una infección nosocomial

Estos protocolos han de constar en los registros del centro sanitario, indicando cada cuanto tiempo se ha higienizado una sala o el material. Por lo que existen dos posibilidades:

  • Que el centro haya tomado todas las medidas protocolizadas y así conste en sus registros. En cuyo caso, estaríamos hablando de un caso fortuito y sobre el cual no se obtendría ningún resultado positivo en caso de demanda.
  • Que el centro no haya puesto en funcionamiento las medidas protocolizadas, o que no tenga registro de las mismas. En este caso sí se habría producido un incumplimiento de la lex artis y el caso podría ser reclamable.

Es fundamental contar con un abogado especialista en derecho sanitario, ya que este tipo de reclamaciones presentan una complejidad especial donde un asesoramiento basado en la experiencia y el conocimiento de este tipo de procedimientos es fundamental.

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